Desconcertado porque su prima de 13 años Nadia, “un familiar que comparte mi ADN” (contó en 2011 durante su visita a La Ciudad de las Ideas), no entendiera matemáticas, pero convencido de que ella y cualquier otra persona podía aprender, Khan comenzó a grabarse dando clases para poder mandárselas a su prima por e-mail, ya que vivía en otra ciudad. Khan resultó ser un magnífico maestro y muy pronto otros familiares y amigos de los mismos pidieron también los videos, hasta que uno de ellos le dijo: “¿Por qué no lo subes a YouTube?”.
“Y tuvo muchísimo éxito, no sólo me escribieron muchos agradecimientos por ayudar a la gente a pasar algún examen o alguien con dislexia que me dijo que por fin entendía las matemáticas, sino que mis conocidos me dijeron que me preferían ver en YouTube que en persona.”, dice Khan, quien además sabe ganarse al público.
Khan fundó entonces una organización sin fines de lucro para poder recibir donaciones para un sitio de Internet, la Khan Academy, donde hubiera además ejercicios y maestros en línea.Ann Doerr dio 10,000 dólares. Era por mucho el donante más importante y Khan le pidió que se conocieran. “Me preguntó de qué vivía y le dije que todavía de mi trabajo de 8 a 5, así que a los pocos días ella donó 100,000 dólares; pude dejar mi trabajo y un tiempo después me habló para decirme que Bill Gates estaba hablando de mi academia en el Aspen Ideas Festival. Al poco tiempo recibí una llamada, me preguntaron si podía reunirme con Bill Gates. ‘Permítame’ dije, vi mi calendario completamente vacío y dije ‘creo que el próximo martes a eso de las 2:45 tengo un espacio’”, contó divertido.
La Fundación Bill y Melinda Gates y después Google solucionaron los problemas financieros de la Khan Academy, que actualmente tiene más maestros y da clases gratuitas de una multitud de materias desde los niveles más básicos hasta los universitarios. Pero la gratuidad no es la única ventaja de la Khan Academy.
Publicado por: Alexis Sánchez.
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